Cumplir lo que se promete es siempre complicado. En el mundo del cómic no hay programas electorales, pero sí políticas editoriales. Grapa!, la colección de tebeos dirigida por Jordi Bayarri, se propuso hace poco más de un año recuperar el buen y viejo formato del comic book para el gran público. ¿Lo han conseguido? No, por supuesto. Un sello modesto no puede alterar de un plumazo la tendencia editorial y comercial de la última década. ¿Quiere eso decir que han incumplido su propósito? Ni mucho menos. Grapa! ha hecho dos destacadas aportaciones en su corta andadura: ‘Los otros superhéroes‘, de José Fonollosa, un fresco y divertido cómic protagonizado por un supergrupo de pacotilla; y ‘Young Ronins‘, de Víctor Santos. Este último, recién salido del horno, cumple todo lo que promete: una historia dirigida a público juvenil, consistente y llena de acción.

‘Young Ronins’ se presenta como una tebeo de acción ‘de manual’ para jóvenes, a los que ofrece entretenimiento puro sin caer en lo simplón.  Esto es lo que se extrae de la lectura de los dos primeros números de esta mini-serie semanal, que constará de un total de cinco entregas. Víctor Santos no es precisamente un principiante, y su trabajo lleva tiempo presente en el mercado foráneo, con ejemplos como ‘Polar‘ o ‘Furious‘ (ambas para Dark Horse) o ‘The Mice Templar‘ (Image). El ‘Young Ronins’ que publica ahora Grapa! es en realidad una adaptación del material que realizó Santos para la editorial francesa Soleil, dentro de un proyecto que quedó inconcluso, al que ahora ha añadido un capítulo que cierra tramas y abre la puerta a la continuidad.

‘Young Ronins’ está protagonizado por los hermanos Kenji y Nicole (aunque en realidad no son hermanos de sangre, así que se intuye cierto efecto ‘Mermelade Boy’…). Ambos, bajo el adistramientro de Takakura-san, el padre de Kenji, están embarcados en una guerra contra Los Ocultos, unos monstruos  que conspiran contra los seres humanos, que se camuflan entre ellos, y que solo los dos muchachos son capaces de ver bajo su verdadera forma demoníaca. En su constante batalla contra estos poderosos enemigos, la peculiar familia de héroes llega a Tower City, ciudad infestada de criaturas ocultas. Kenji y Nicole van a tener mucho trabajo, y lo tendrán que sobrellevar mientras cambian una vez más de colegio y de amigos, e incluso sacan tiempo para enamorarse… Al fin y al cabo, no dejan de tener las mismas preocupaciones que otros adolescentes de su edad.

Con estos mimbres Santos teje una historia llena de acción desde su mismo arranque. Hay poco espacio para el reposo, pero tampoco se cae en el rosario de patadas y saltos. Se suceden páginas llenas de dinamismo en las que no se descuida ni la intriga ni las relaciones entre unos personajes bastante creíbles. Tanto por concepto como por estética, ‘Young Ronins’ supone una acertada combinación entre manga, cómic americano y ‘bande desinée’. No hay elementos especialmente sorprendentes o innovadores, pero la historia está bien construida y narrada. Sabe cuál es su público y cómo dirigirse a él.

A buen seguro Santos rematará bien la tarea. El trabajo verdaderamente difícil será lograr que los lectores a los que está destinado este tebeo lo descubran y respondan. Ojalá sea así y haya segunda parte con las aventuras de estos fantásticos muchachos.